Aunque Bali se abrió oficialmente a visitantes a mediados de octubre, desde entonces no ha habido vuelos directos, dijo en una sesión informativa la ministra de Turismo, Sandiaga Uno.
La reapertura sigue a anuncios similares de Tailandia y Filipinas, que suspendieron las exenciones de cuarentena en diciembre debido a la incertidumbre inicial sobre la eficacia de las vacunas contra la variante Ómicron de la Covid-19.
Conocido por el surf, los templos y las cascadas, Bali atrajo a 6,2 millones de visitantes extranjeros en 2019, pero las estrictas restricciones fronterizas por la pandemia devastaron el turismo, que representa el 54 por ciento de la economía indonesia.
La actual decisión se produce a pesar de un aumento constante en los casos de Covid-19 en el país este mes, atribuido a Ómicron.
Según Ida Ayu Indah Yustikarini, funcionaria de la Oficina de Turismo del Gobierno de Bali, el destino recibió visitantes extranjeros en los últimos meses a través de la capital.
La semana pasada, Indonesia abrió dos islas cercanas a Singapur a los visitantes de la ciudad-estado.
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