Según el Goldman Sachs la expansión pudiera ralentizarse bruscamente a inicios de 2022 una vez que la Reserva Federal finalice las ayudas fiscales, unido al impacto de la variante ómicron del viris SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Esas previsiones indican que habrá un repunte anualizado del 0,5 por ciento del PIB real en el primer trimestre, dato inferior a su pronóstico anterior del 2,00 por ciento debido a la drástica contracción en el gasto en servicios desde principios de diciembre.
Sin embargo, el grupo financiero resaltó que probablemente el rebote de Ómicron sea rápido y, por ende, las consecuencias menores. Desde finales de 2021 el ente alerta sobre la ralentización de la mayor economía del mundo en 2022, y moderó las perspectivas económicas del país norteño hasta dejarlas por debajo de lo estimado por la propia Reserva Federal.
Apenas la semana anterior el grupo bancario proyectó que la economía estadounidense debería expandirse un 3,9 en 2022, con una caída del desempleo al 3,1 por ciento para finales de año.
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