El argumento de Jaresko, quien actúa como líder legislativa y gobernadora de facto al momento de cerrar el paso a las decisiones enmarcadas en el plano económico debido a la bancarrota fiscal de Puerto Rico, advirtió que el proyecto de ley en esa dirección no identifica la fuente de ingreso para cumplir con el incremento.
Los educadores públicos puertorriqueños tienen un salario base de mil 750 dólares mensuales, el cual no se revisa desde 2008, a pesar del incremento en el coste de vida y del alza en la factura de energía eléctrica, agua potable y los peajes, entre otros renglones, además de los comestibles.
Los gremios de docentes del sistema público rechazaron un incremento salarial de 470 dólares por considerar que es muy poco dinero, aparte de que se divide en dos partidas de 235 mensuales, la última de las cuales no entraría en vigor hasta el 1 de enero de 2023.
A ello suman que se impone un sistema de ponche electrónico, que por años ha sido deficiente, alegaron.
Jaresko reclamó al presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Juan Zaragoza, que el incremento que se quiere aprobar supera el autorizado por el plan fiscal “sin identificar la fuente de dinero para cubrir el incremento”.
Además, el gobierno debe realizar una reforma del servicio público requerida como parte del Plan de Ajuste de Deuda aprobado por la jueza federal Laura Taylor Swain.
Unos cuatro mil 400 maestros se ausentaron el lunes de los salones de clase como parte de una estrategia dirigida a que se escuchen sus reclamos por un salario justo y retiro digno.
El ministro interino de Educación, Eliezer Ramos, lamentó la situación asumida por esos docentes de no asistir a las escuelas, al tiempo que sostuvo que unos 18 mil asistieron a las aulas a impartir docencia.
La Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR) atribuyó la ausencia de educadores a que muchos se encuentran deprimidos y ansiosos.
Mientras Migdalia Santiago, presidenta del gremio Educamos, lamentó que las autoridades no respetan al magisterio, “no se respeta el trabajo que nosotros hacemos”.
El verdadero culpable de esta situación, sostuvo, es la corrupción en el Ministerio de Educación y los politiqueros que lo controlan.
oda/nrm