Durante una rueda de prensa junto al canciller federal de Alemania, Olaf Scholz, luego de un encuentro en la Casa Blanca, Biden reconoció que Rusia tiene la capacidad de invadir Ucrania, pero dijo que no está seguro de que el presidente ruso Vladimir Putin vaya a hacerlo.
«No sé si sabe lo que va a hacer», apuntó el mandatario quien en los últimos días, junto a funcionarios de su administración, insiste en la inminencia de un ataque ruso aunque sin presentar pruebas para dar veracidad a “informes de sus servicios de inteligencia”
El presidente dijo a los estadounidenses que están en Ucrania que abandonen el país, citando el riesgo de violencia en caso de una invasión rusa, algo que se corresponde con el guión contra Rusia.
En sus declaraciones de este lunes, Biden afirmó en que Nord Stream 2 se detendrá si Moscú invade a su vecino. Si se produce esa acción “el impacto en Europa y en el resto del mundo sería devastador, y pagaría un alto precio», aseveró amenazante.
Según trascendidos de la reunión con Scholz y pese a que ambos trataron de dar una imagen de unidad durante la rueda de prensa, el titular germano manifestó su preocupación por una respuesta occidental que ponga en peligro la entrega de gas ruso.
Scholz reforzó la solidaridad entre los dos países, pero evitó reconocer por su nombre el asunto más espinoso entre los dos aliados, el compromiso de Alemania con el gasoducto Nord Stream 2 que está preparado para entregar gas desde Rusia – pero al que Estados Unidos se opone enérgicamente.
«Pueden estar seguros de que no habrá ninguna medida en la que tengamos un enfoque diferente. Actuaremos juntos», dijo el canciller federal, respondiendo a la pregunta de un periodista sobre si Berlín se compromete a cancelar el gasoducto ante una agresión rusa contra Ucrania.
Durante la conferencia Biden intentó dar una imagen de unidad, cuando en Europa el presidente francés Emmanuel Macron se reunió con Putin en un esfuerzo por suavizar la situación.
La reunión con Scholz, la primera desde que este asumió su cargo en diciembre, tenía por objeto reforzar públicamente un eslabón clave de la alianza occidental, que se enfrenta a uno de los retos más graves desde la Guerra Fría, la defensa rusa a sus intereses de seguridad nacional ante la expansión de la OTAN hacia sus fronteras.
Entre las principales preocupaciones antes de la reunión, los asesores de Biden dijeron que Scholz era reacio a firmar sanciones económicas en caso de invasión, o a cancelar el proyecto de gasoducto, Nord Stream 2.
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