El primer ministro nipón, Fumio Kishida, explicó que la medida tiene como objetivo detener una nueva ola de infecciones provocada por la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, altamente transmisible.
Los nuevos casos diarios superaron los 100 mil en todo el país por primera vez la semana pasada, pero solo el 5,9 por ciento de la población japonesa, de 125 millones, recibió una tercera vacuna desde principios de diciembre hasta este lunes, según el Gobierno.
Mientras tanto, la administración central está considerando extender un cuasi estado de emergencia sanitaria en Tokio y otras 12 prefecturas, posiblemente por tres semanas más, desde la fecha de finalización original, el 13 del mes en curso.
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