“El comercio ilegal significa una red de crimen organizado y, muchas veces, verdaderas mafias que tratan de saltarse todas las leyes, y eso produce un beneficio para unos pocos pero daña a la inmensa mayoría de los chilenos”, destacó el mandatario.
Según la Presidencia, la normativa permitirá identificar y desbaratar a las bandas de crimen organizado dedicadas al comercia ilegal, fortaleciendo la ley y sancionando la venta, reproducción, comercialización o receptación de productos falsificados o no autorizados.
Entre los delitos considerados en el texto legal están la falsificación, reproducción o venta no autorizada de obras literarias, artísticas o científicas protegidas por la ley de propiedad intelectual.
También de fonogramas, videogramas, discos fonográficos, casetes, videocasetes, filmes o películas cinematográficas o programas computacionales.
Esta legislación autoriza a policías, inspectores municipales y funcionarios del Servicio de Impuestos Internos a fiscalizar el cumplimiento de las normas, y podrán requerir los permisos municipales o sanitarios respectivos, así como los documentos que acrediten el origen de las especies que comercializan.
En opinión del mandatario esta ley favorecerá “a todos los chilenos, pero muy especialmente a los pequeños y medianos comerciantes que sufren esta competencia desleal y a todos los que viven o transitan por lugares donde se concentra el comercio ilegal”.
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