Creemos en la eficacia de la cooperación multilateral y el intercambio de experiencias e informaciones entre las naciones. Por eso tratamos de crear conciencia en los gobiernos de la región para que organicen diferentes procesos integracionistas, dijo el diplomático somalí.
Precisamente, señaló, esa es una prioridad de la IGAD (por sus siglas en inglés) y siempre defenderemos las gestiones dirigidas a armonizar políticas o establecer modelos económicos y sociales capaces de eliminar barreras interestatales.
Según manifestó en una comparecencia pública en esta capital, “el Cuerno Africano sufrió y sufre aun múltiples crisis, incluidas la sequía y la inestabilidad política, y la manera más eficiente de resolverlas es acoplar recursos, esfuerzos e inteligencias para enfrentarlas”.
A partir de ese enfoque, aseguró, la Autoridad trabaja en estrecha colaboración con las partes interesadas y los gobiernos para resolver disputas, establecer la paz y garantizar estabilidad en Etiopía, Somalia y Sudán del Sur.
Creemos en la capacidad de cada país para adoptar soluciones propias. No imponemos criterios o posiciones. Nuestro cometido es estimular la reconciliación y brindar espacio para que los estados miembros diScutan y resuelvan sus problemas, puntualizó.
También la organización, añadió, “alienta y ayuda a los estados a armonizar políticas para contrarrestar el extremismo violento compartiendo información y mejores prácticas, así como trabajando con las partes interesadas”.
Etiopía, Djibouti, Kenya, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Uganda integran el bloque. Eritrea, suspendida dos veces y readmitida en 2018, continúa sin regularizar su membresía. Esos países ocupan unos 5,2 millones de kilómetros cuadrados.
Sucesora de la Autoridad Intergubernamental para la Sequía y el Desarrollo, la IGAD fue establecida en el año 1996 para tratar los problemas del denominado Cuerno de África, incluidos los conflictos y la estabilidad política.
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