Esas bajas fueron debido principalmente a problemas en el desarrollo de proyectos de energía eólica terrestre de su filial española Siemens Gamesa.
Siemens Energy tuvo de octubre a diciembre pérdidas por 240 millones de euros, con ingresos inferiores en 11,4 por ciento comparado con los de igual período de 2020. Hace un año, la empresa aún logró beneficio de 99 millones de euros.
Las dificultades de Gamesa ya se conocieron en enero. Entonces, Energy recortó sus previsiones y sustituyó al jefe de esa sucursal, Andreas Nauen, designado en 2020.
Dicho ejecutivo lo cambiaron por el actual miembro del consejo de administración de Energy, Jochen Eickholt, considerado un solucionador de problemas.
El director general del grupo, Christian Bruch, calificó de revés lo sucedido en Gamesa, pero reafirmó su compromiso con la filial. Afirmó que el grupo como accionista mayoritario apoyará a Gamesa en la reconversión de la situación.
Energy posee actualmente dos tercios de Gamesa. Sin embargo, desde hace tiempo se especula en el mercado con la posibilidad de que el grupo se haga cargo por completo de la filial española para reestructurarla más rápidamente.
Siemens Energy se separó del Grupo Siemens el año pasado y salió a bolsa a finales de septiembre de 2020.
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