La barricada de camiones se desplegó en el puente de Sarnia, en Ontario, que estaba saturado de vehículos procedentes del país vecino, después de que esa ruta se convirtiera en la única alternativa de paso debido a otros dos bloqueos en las provincias de Alberta y Montana.
De acuerdo con el alcalde de esa ciudad, Drew Dilkins, las autoridades pedirán ayuda al gobierno federal para hacer frente a los camioneros que se sumaron hoy a las protestas desatadas en el país hace más de 10 días en contra de un paquete de medidas antiCovid-19.
Debido a los problemas de suministro de piezas relacionados con el bloqueo del puente de Sarnia, la planta de ensamblaje de monovolúmenes Stellantis, en Windsor, Ontario, se vio obligada a reducir dos turnos el martes, dijo el portavoz de la empresa, LouAnn Gosselin.
La producción se reanudó el miércoles por la mañana, dijo, y la compañía está trabajando con los proveedores de piezas para evitar más paros.
Los tres bloqueos se produjeron mientras transcurrían las manifestaciones en la capital, Ottawa, por parte de grupos que se oponen a los requisitos de vacunación para los camioneros que cruzan a Canadá desde Estados Unidos.
Las protestas en el país norteño motivaron a ciudadanos de otras latitudes a oponerse contra los mandatos de salud. En Francia, docenas de camiones y vehículos abandonaron el sur del país para dirigirse a París y desahogar su ira por las políticas de vacunación. También ocurrieron convoyes de imitación en Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos, mientras grupos de extrema derecha y antivacunas del mundo amplificaron el mensaje de los manifestantes canadienses en las redes sociales y recaudaron millones de dólares en campañas online.
Pese a las protestas, la mayoría de los canadienses apoyan las medidas de salud pública para combatir la pandemia.
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