Esta vez, junto a los maestros que reclaman un salario justo y un retiro digno, participaron en la denominada Gran Marcha de la Indignación los miembros del Negociado de Bomberos, policías y alguaciles.
El gobernador Pierluisi la emprendió el lunes contra los maestros y policías al sostener que si no estaban satisfechos, que renunciaran, mas después recogió vela ante la respuesta contundente de los docentes que de no atenderse sus reclamos paralizarían en país con el respaldo de otros gremios.
Las dirigentes del El Frente Amplio en Defensa de la Educación Pública (Fadep), Mercedes Martínez y Migdalia Santiago, fueron recibidas este miércoles por ayudantes del mandatario, quien se ausentó de La Fortaleza, sede del Ejecutivo, cuando miles de trabajadores inundaban la isleta de San Juan.
La multitudinaria marcha hasta el Capitolio, donde sesiona la Asamblea Legislativa, y luego a La Fortaleza, resultó contundente ante la pretendida indiferencia del gobernador Pierluisi, quien cejó al anunciar que mañana recibirá a los representantes de los maestros.
El presidente del Sindicato Unido de Bomberos de Puerto Rico, José Tirado, no pudo disimular su disgusto ante lo que caracterizó de “insensibilidad” del mandatario, por lo que le pidió que “recapacite”.
Más tarde, tras una reunión con ayudantes del gobernador, Tirado habló de que mañana se hará un anuncio dirigido a atender los reclamos de ese sector.
Al parecer hay una promesa de concederle el alza de mil dólares mensuales a los bomberos para equilibrar sus salarios.
Como por arte de magia, ya se anunció que a partir del próximo año fiscal, que comienza el 1 de julio, los docentes recibirán una bonificación de mil dólares mensuales hasta 2024, lo que no satisface su reclamo, porque después de esa fecha no se sabe qué ocurrirá.
Los bomberos, al igual que la generalidad de los trabajadores del gobierno, no han recibido un incremento en sus salarios en los últimos 12 años, pese al incremento del coste de la vida y en servicios esenciales, como el agua potable, la energía eléctrica y la vivienda.
A esta realidad se añade la posibilidad de que muchos de los empleados gubernamentales no puedan llevar una vida digna cuando se jubilen, debido a los acuerdos establecidos por la Junta de Supervisión Fiscal, impuesta por Washington, para cumplir con los acreedores de la deuda pública de más de 70 mil millones de dólares.
Esencialmente, los diversos sectores que participaron en la Gran Marcha de la Indignación esperan un salario base justo, que conllevaría un incremento de mil dólares mensuales, y un retiro digno, ya que muchos apenas viven “de quincena en quincena” con menos de 500 dólares.
La presidenta de la Federación de Maestros de Puerto Rico, Mercedes Martínez, anticipó que mañana volverán a marchar hasta La Fortaleza, ya que el gobernador Pierluisi se ausentó este miércoles para visitar el norteño municipio de Barceloneta.
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