Cientos de ellos salieron a las calles de la capital para pedir un salario de mil 500 gourdes (unos 15 dólares) diarios, frente a los 500 (poco menos de cinco dólares) que ganan actualmente.
Denunciaron que con los honorarios actuales solo pueden acceder a dos platos de comida diarios, lo cual dejaría sin alimentación a sus hijos y no les permite pagar las cuentas.
La movilización que por momentos paralizó el trafico en la concurrida ruta del aeropuerto fue reprimida por la Policía con gases lacrimógenos y los manifestantes respondieron erigiendo barricadas de neumáticos en llamas.
El salario de este gremio se mantiene inmóvil desde 2019, pese a que las leyes del país estipulan un ajuste si la inflación supera las dos cifras.
En su más reciente informe, el Instituto Haitiano de Estadísticas reveló que la inflación supera el 24 por ciento, y reconoció una marcada alza de los productos de primera necesidad.
A este panorama se suma el aumento de los precios de los combustibles, que duplicó el costo de la gasolina, el diésel y el queroseno, con su consecuente impacto en la canasta básica.
Todo ello en un país en que más del 40 por ciento padece inseguridad alimentaria, y cerca de un millón de personas se encuentra en estado de emergencia, cifras que se dispararon tras el terremoto del 14 de agosto.
Télémaque Pierre, portavoz de la Plataforma Sindical de Fábricas Textiles Batalla Obrera, aseguró que la jornada fue un éxito, a pesar de la represión policial.
El sindicalista sostuvo que por segunda jornada consecutiva las empresas tuvieron que cerrar sus puertas y escuchar a sus empleados.
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