“Las decisiones de Hizbulah son libanesas y no provienen de Irán”, aseguró Nasrallah, en declaraciones al canal al Alam de Teherán.
A juicio de la máxima figura de la Resistencia en este país con costas al mar Mediterráneo oriental, otros reciben órdenes de embajadas, mientras que de Hizbulah nadie puede decir que actuó en beneficio de otra nación que no sea Líbano.
“Hizbulah pertenece a este país y su historia y tejido social”, subrayó.
En cuanto a las elecciones parlamentarias previstas para mayo, el jefe del Partido de Dios consideró erróneo afirmar que serán una batalla entre los seguidores de la Resistencia y sus opositores, aunque, agregó, aspiran a que los amigos sean mayoría en la Cámara.
Respecto a demandas de naciones de la península Arábiga, Nasrallah precisó que un diálogo sería mejor que exigir al gobierno libanés el desarme de Hizbulah.
“Ellos llaman a ese desarme a cambio del pan de los libaneses”, denunció, lo cual estimó una injerencia en asuntos internos.
Sin embargo, añadió, “nosotros no interferimos en Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos que están librando una guerra contra el pueblo yemenita y nosotros apoyamos al pueblo yemenita”.
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