A juicio de Qaouk, Washington y Riad están conspirando contra el Partido de Dios para dañar su reputación de cara a las elecciones parlamentarias de mayo venidero.
“Con ese objetivo, dijo, funcionarios estadounidenses y sauditas realizan de manera libre y abierta reuniones con representantes de facciones políticas libanesas”.
Tales conversaciones, agregó, consisten en calumniar a la Resistencia islámica para predisponer a los votantes contra Hizbulah.
“Las campañas en contra nuestra las patrocinan agentes externos y van en aumento a medida que se acercan los comicios”, apuntó.
Con anterioridad, otro jefe del Partido de Dios, Naim Qassem, desestimó un resultado diferente al del ejercicio comicial de 2018.
Según encuestas, citadas por Qassem, los resultados de la consulta serán similares a los de hace cuatro años con ligeros cambios que no afectarán la composición general, puntualizó.
En el actual Parlamento libanés, la Resistencia islámica posee 13 escaños y junto a sus aliados (Movimiento Amal) y Corriente Patriótica Libre disfruta de una mayoría con dos tercios de los curules.
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