De acuerdo con un reciente informe del gremio empresarial, la Cciap reiteró al gobierno la postura de rechazar soluciones que impliquen establecer un control o regulación sobre esas cotizaciones.
A juicio del presidente de la Cciap, José Ramón Icaza, la anunciada medida podría afectar el incentivo de la inversión y perjudicar a consumidores y los empleos.
En el caso particular de los medicamentos, indicó el directivo, cuando uno estudia países donde aplicaron esos mecanismos, quien sufre es el paciente, al limitar las opciones en tratamientos y los medicamentos.
La respuesta a los excesivos precios de las medicinas, dijo, es que se impulsen medidas que estimulen la oferta de todo tipo de fármacos y que cuenten, claro está, con las aprobaciones correspondientes, en especial de las agencias regulatorias de países de alto estándar sanitario, remarcó.
También instó a promover la inversión de la industria farmacéutica para fomentar la fabricación de medicamentos en Panamá.
Según analistas, los panameños pagan más de seis veces por las medicinas si se compara con España, Colombia o México.
Gremios de pacientes y consumidores, así como funcionarios como el exministro de Salud Miguel Mayo y el exdirector de la Caja de Seguro Social Julio Valarini indicaron que los nacionales pagan uno de los precios más altos en el mundo por esos productos.
Al abordar el problema el excomentarista deportivo Juan Carlos Tapia también consideró ante la prensa que ninguna entidad, incluida la Autoridad del Defensa al Consumidor y Defensa de la Competencia, trabaja en una propuesta que ayude a romper la cadena de comercialización de los medicamentos.
La tabla de precios de esa institución incluye 153 fármacos, todos con diferencias abismales entre el de marca y el genérico.
Un estudio del Grupo Centroamericano de Política de Competencia y el Banco Interamericano de Desarrollo reveló que el istmo es en la región el país con la menor disponibilidad de genéricos, solo el seis por ciento a la gama de productos de marca, mucho más caros.
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