Ya las autoridades sanitarias locales habían advertido que la alta transmisibilidad de la enfermedad debido a la también llamada variante BA.1 suponía una explosión de los contagios y que probablemente sería necesario endurecer las medidas de distanciamiento social.
Aparte de reforzar las medidas convencionales de contención del mal, el país suspendió desde el 20 de enero las visitas a las salas de hospitales y residencias de ancianos para una mayor protección de los pacientes y trabajadores de la salud.
Para maximizar la protección contra la última mutación del SARS-CoV-2 también extendió el programa de vacunación de refuerzo a los ciudadanos de 12 a 17 años.
Con toda certeza la ciudad-estado llegará mañana al medio millón de infectados, pues los de este miércoles elevaron a 497 mil 997 el total desde el inicio de la pandemia.
El Ministerio de Salud también dio cuenta de siete muertes, con lo que el acumulado ascendió a 913.
Más del 90 por ciento de los casi seis millones de singapurenses recibió las dos dosis que completan la pauta inmunizante y el 46 por ciento, una tercera de refuerzo.
Esta es una de las naciones del sudeste asiático que con mejores resultados encara la Covid-19. Su tasa de casos por millón de habitantes es de 84 mil 50 y la de muertes, de 154.
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