Chávez asumió esa posición pese a que ayer, en el marco de la tregua, el primer ministro, Aníbal Torres, dijo estar seguro de que la ministra, que hizo la denuncia en su calidad de congresista, concertará con la titular del Congreso de la República, María del Carmen Alva, y dejará sin efecto la acusación constitucional.
La denuncia, presentada hace dos días, señala que Alva violó ocho artículos de la Constitución al participar en una reunión conspirativa de coordinación que barajó opciones para destituir con medidas formalmente legales al presidente Pedro Castillo.
Previamente, se declararon contra la tregua las parlamentarias Silvana Robles y Margot Palacios, de Perú Libre, partido gobernante cuya bancada anunció ayer la tregua junto a Alva.
De otro lado, el congresista de extrema derecha Jorge Montoya, quien participó en la conferencia de prensa que anunció ayer la tregua, horas después afirmó que esta “es solamente la “suspensión temporal”de la lucha que venimos dando contra el nuevo gabinete” ministerial.
La distensión implica asegurar la ratificación al nuevo gabinete ministerial que el 8 de octubre comparecerá ante el pleno congresal a exponer sus planes y pedir la confianza parlamentaria que requiere para seguir en funciones.
El analista Juan de la Puente opinó que el pacto “parece tardío y no sabemos cuál será su duración” y entre las causas del acuerdo señaló lo que considera la derrota de la oposición parlamentaria.
Añadió que mientras el debilitado Gobierno acepta la tregua en pos de la confirmación del Gabinete, esa oposición lo haría porque una encuesta indicó que 73 por ciento plantea que, si cesara Castillo antes de tiempo, también debería renovarse el Legislativo.
El comentarista Martín Tanaka, a su vez, está seguro de que el pacto terminará el 8 de octubre, cuando el gabinete ministerial obtenga la confianza del Congreso. Al día siguiente, añadió, “volveremos a lo que hemos vivido”, es decir una desgastante confrontación política.
car/mrs