El Consejo de la Ciudad recibió la víspera un borrador del estatuto cuya aprobación se sometería a votación dentro del parlamento a finales de marzo.
La medida, primera de su tipo en el país asiático, incidiría directamente sobre más de 13 mil residencias desocupadas en la ciudad, excepto en los edificios con una valoración de activos fijos de menos de un millón de yenes (unos ocho mil 600 dólares estadounidenses).
Tampoco se incluyen las “machiya” (casas tradicionales de madera devenidas alquileres vacacionales), informó el gobierno local.
Los precios de las rentas en Kioto son elevados, sobre todo para los jóvenes entre 20 y 30 años, quienes prefieren trasladarse a la capital japonesa u otras prefecturas vecinas con mejores ofertas dentro del mercado inmobiliario.
Una disminución del flujo migratorio revitalizará la economía local y contribuirá a la promoción cultural, destacó el alcalde de Kioto, Daisaku Kadokawa.
Además, el plan generaría ingresos de alrededor de 860 millones de yenes (poco más de 7,4 millones de dólares estadounidenses) en su primer año.
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