Ante la falta de medidas de las autoridades, detendremos actividades de 7:00 am, hora local, hasta las 7:00 am del día siguiente, reza un comunicado difundido en esta capital.
La nota añade que Líbano sufre una asfixiante crisis sanitaria, económica y financiera, la cual también pasó factura a los técnicos del Departamento de Meteorología y del control de tráfico en el aeropuerto internacional Rafik Hariri, de esta capital.
Los empleados de esas dependencias, apunta el texto, se mantienen a duras penas en sus puestos conscientes de las obligaciones para con la Organización de Aviación Civil Internacional.
“Cualquier paro puede tener graves consecuencias para la seguridad del tráfico de la aviación civil, pero el agravamiento de la situación socioeconómica supera la capacidad de nuestra responsabilidad laboral”, destaca la comunicación.
En la actualidad, explica la nota, hay solo cubierto 28 por ciento del total de plazas, tras la jubilación de unos, traslado de otros y emigración del resto.
Los técnicos exigen solución urgente a sus carencias de salario, prestaciones de atención médica y un reconocimiento en efectivo de sus horas laborales nocturnas.
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