Según el estudio del Centro de Investigación Pew, el 58 por ciento de los entrevistados dicen que la gran reducción de las últimas décadas en el porcentaje de trabajadores representados por sindicatos ha sido algo “muy malo”, mientras que el 61 por ciento calificó de “malo” ese proceso.
La sindicalización lleva una curva descendente desde 1983 (20 por ciento) hasta 2021, cuando se registró 10,3 por ciento, señaló la investigación.
Si bien hay modestas diferencias demográficas en estas actitudes, las partidistas son mucho más pronunciadas, acotó la pesquisa.
Alrededor de siete de cada 10 demócratas e independientes de esa tendencia ideológica coinciden en lo desfavorable del problema, una opinión que, en ese sentido, es menor entre los republicanos (cuatro de cada 10).
Para expertos, este descenso en los niveles de sindicalización supone una de las amenazas más importantes para la clase obrera estadounidense y para la seguridad económica de los hogares del país.
En ese sentido, aseguran que el debilitamiento de los sindicatos tiene una influencia crucial en la pobreza de los trabajadores.
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