A 170 kilómetros al sur de las islas Azores la armada portuguesa vigila la trayectoria del navío, mientras equipos internacionales de salvamento combaten con cuidado las llamas debido a los riesgos de una contaminación ambiental a gran escala.
La naviera nipona limitó sus comunicados públicos al respecto y hasta el momento solo agradeció los esfuerzos de todos los involucrados en la operación de rescate de los tripulantes del Felicity Ace en “las mejores tradiciones de la Marina Mercante”.
Aunque se desconoce la causa del siniestro algunas hipótesis apuntan hacia las baterías de iones de litio de los vehículos eléctricos a bordo que mantienen vivo el fuego a lo largo del barco, declaró el capitán del puerto de Faial, João Mendes.
Poco después de estallar el incendio la Fuerza Aérea de Portugal rescató a los 22 tripulantes de la nave, donde viajaban además unos cuatro mil coches de las marcas Volkswagen, Bentley, Porsche, Audi y Lamborghini procedentes de Alemania y con rumbo a Estados Unidos.
De acuerdo con la compañía de software Skytek, el valor aproximado de la totalidad de los automóviles está cerca de los 500 millones de dólares, lo cual advierte una gran responsabilidad para las aseguradoras involucradas.
En los últimos 10 años los incendios figuran como la tercera causa principal de pérdidas en el transporte marítimo, publicó el portal digital Reinsurance News.
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