La causa argumentada para ese problema es en caso de mantenerse un nivel alto de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El sexto informe de evaluación del IPCC (lo emiten desde 2014), señala que la mediterránea es una región de relativa alta vulnerabilidad frente a la crisis climática, aunque con grandes asimetrías e impactos más severos en el sudeste.
Este documento prevé una reducción de las aportaciones hídricas en la cuenca Mediterránea de entre cuatro y ocho por ciento, riesgo que será inevitable con acciones o sin ellas.
Uno de los 270 autores de 67 países del informe (Jofre Carnicer), señaló la necesidad de trabajar en la adaptación del medioambiente.
Todo el continente europeo experimentará pérdidas de producción agrícola a lo largo del siglo XXI, anuncia el IPCC, costes que no se verán compensados por las ganancias a observarse en los países nórdicos.
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