Prácticamente todos los demócratas votaron a favor de la medida, excepto Joe Manchin quien se unió al Partido opositor y el marcador terminó 46-48, contrario a la denominada Ley de Protección de la Salud de la Mujer.
El objetivo era «proteger la capacidad de una persona para determinar si continuar o interrumpir un embarazo, y proteger la capacidad de un proveedor de atención médica para brindar servicios de aborto», indicaba el documento aprobado anteriormente en la Cámara Baja.
La senadora republicana Lisa Murkowski manifestó que apoya el derecho de la mujer a elegir, pero que el texto votado este lunes «va demasiado lejos», sustituiría leyes estatales e infringiría las libertades religiosas de los estadounidenses, reseñó la cadena CNN.
El fracaso de la medida se produce mientras en algunos estados liderados por republicanos avanzan proyectos que dificultan el acceso a los abortos.
Ese es el caso de Texas, donde desde septiembre de 2021 entró en vigor una normativa que prohíbe realizar el procedimiento a partir de las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres ni siquiera saben todavía de su condición.
Además, el año pasado se presentaron proyectos con un lenguaje similar o idéntico al de Texas en Alabama, Florida, Missouri y Ohio.
La mayoría de las disposiciones permiten a los demandantes reclamar daños y perjuicios contra los proveedores de servicios de aborto o contra aquellos que “ayuden y lo promuevan”.
Esas reglas pretenden eludir la decisión de 1973 en el caso Roe versus Wade, que prohíbe a un estado restringir indebidamente el acceso de una mujer a ese procedimiento.
A mediados de este año, la Corte Suprema estadounidense tiene previsto emitir un fallo sobre el aborto y todo apunta a que los jueces impondrán nuevos límites a ese derecho, y hasta es posible que anulen el precedente marcado en 1973, indican medios locales.
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