Aunque se esperaba un alza de similar magnitud, las existencias del combustible bajaron hasta llegar a los 413,4 millones de barriles. Mientras, las de gasolina descendieron 0,5 millones de barriles.
En ese contexto, la nación norteamericana recurrió a las reservas estratégicas para volcar combustible al mercado y estas también bajaron en 2,4 millones de barriles.
La producción de crudo en Estados Unidos permaneció estable en 11,6 millones de barriles diarios, todavía lejos de su nivel anterior a la pandemia y por debajo de la demanda, que quedó en 20,8 millones de barriles diario, según los datos de la EIA.
El presidente Joe Biden anunció el martes que su país liberará 30 millones de barrilles de sus reservas no comerciales, como parte de la estrategia impulsada desde noviembre para enfrentar la subida de precios en el mercado del crudo.
Sin embargo, con el incremento remarcado por la crisis en Ucrania y la imposición de sanciones a Rusia desde Europa y Estados Unidos, esa estrategia podría no ser suficiente.
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