Señaló que ese proceso participativo enriquece el texto y su carácter profundamente humanista e inclusivo que “reconoce, en primer lugar, la existencia de varios esquemas familiares que componen el diverso arcoíris que es hoy nuestra sociedad”.
“Estamos ante un instrumento jurídico avanzado, moderno y revolucionario que de seguro se convertirá en un referente. Garantiza y amplía los derechos de todas las personas y el sentido humano y solidario que caracteriza a nuestro pueblo”, precisó.
Añadió que el proceso de debate popular constituye “un ejercicio genuinamente democrático y participativo que fortalece nuestro socialismo”.
Los integrantes de la misión diplomática cubana asistieron a la reunión realizada en la embajada de su país y presidida por la Comisión Electoral de circunscripción, la que explicó el carácter de la misma y el proceso a seguir para recoger cada una de las propuestas planteadas.
Los participantes sostuvieron un fructífero intercambio en torno a este instrumento jurídico que contribuyó a esclarecer el contenido del documento, enriqueciendo el debate.
Según autoridades y especialistas cubanos, el anteproyecto de Código de las Familias se caracteriza por ser moderno y una expresión de igualdad
En opinión de estos, el nuevo Código es moderno, una expresión de igualdad, coherente con la Constitución de la República, y cumple con los principios fundamentales del ordenamiento jurídico cubano, adecuado a la realidad y protege a todos los tipos de familias sin distinción.
Tras el actual proceso de debate y consulta, una nueva versión del anteproyecto, enriquecida con los aportes recogidos, será entregada a la Asamblea Nacional (parlamento) para su análisis y posterior aprobación mediante un referendo.
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