El organismo notificó que la intensidad de los movimientos telúricos varió de 1 a 5 en la escala japonesa de intensidad sísmica, desde Hokkaido hasta la región de Tohoku.
La sacudida más fuerte (5.6 grados de magnitud) ocurrió este viernes a las 23:25, hora local, frente a las costas de la prefectura de Iwate, a una profundidad de 18 kilómetros bajo el lecho marino.
Las autoridades locales reportaron un corte de electricidad temporal que afectó a dos mil 200 hogares en la mencionada demarcación japonesa, pero no hubo daños mayores.
Hoy, alrededor de las 04:00 hora local, hubo otro sismo de 5.9 grados de magnitud en la isla Iriomote, Okinawa, cuyo epicentro tuvo lugar en el mar, a una profundidad de 180 km.
Kazuki Miyaoka, coordinador principal de información sismológica de la AMJ, dijo en rueda de prensa que la alta sismicidad en el noreste de Japón continuará en los próximos días, por lo cual, pidió precaución a los habitantes locales, sobre todo a los que viven en las zonas más afectadas por el terremoto del pasado miércoles.
El experto nipón advirtió además que un sistema de baja presión se moverá hacia el norte del país durante el transcurso de la actual jornada. Debido al suelo resentido por el siniestro del día 16 de marzo, el fenómeno atmosférico podría provocar derrumbes o avalanchas.
Respecto a la relación entre los recientes terremotos y el de Fukushima, Miyaoka recalcó que es poco probable la existencia de alguna conexión, pero tampoco hay evidencias científicas para negar lo contrario.
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