En un artículo publicado en la cadena de noticias NBC News, la analista Sarah Varney aclaró que esta preocupación colectiva se produce en medio del aluvión de leyes antiaborto que se extiende por todo el país, desde Florida hasta Texas e Idaho.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda una formación estandarizada sobre ese procedimiento durante la residencia, la enseñanza que sigue al estudio de medicina y proporciona experiencia en una especialidad particular.
Pero en los últimos años se ha disparado el número de estos programas ubicados en estados en los que está prohibido realizar o enseñar sobre las interrupciones de embarazo, o en hospitales de propiedad católica con restricciones similares, explicó Varney.
La joven estudiante de medicina Danna Ghafir, nacida y criada en Texas, aseguró a la prensa que dejará su estado natal cuando llegue el momento de hacer la residencia por los límites que pone a su enseñanza vivir en un territorio hostil al aborto.
Desde que el estado aprobó la prohibición de las interrupciones a partir de las seis semanas de gestación, dijo Ghafir, algunos estudiantes y profesores de su escuela se han vuelto más vocales en la defensa de la educación sobre ese derecho.
Según la estudiante de tercer año de medicina, también es testigo de que los estudiantes que quieren practicar la obstetricia compleja tienen dificultades para encontrar mentores.
Por otro lado, el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Washington (UW), en Seattle, solía reservar algunas plazas para los residentes que no querían aprender a practicar el aborto.
Pero hace dos años, al reducirse el acceso a los hospitales universitarios que ofrecen formación sobre ese tema, la UW decidió admitir sólo a los residentes que se comprometieran a prestar el servicio.
«Si vivimos en un estado en el que la interrupción del embarazo es legal, tenemos que reclutar en nuestro programa a estudiantes de medicina que quieran dedicarse a ello», dijo la profesora asociada de medicina materno-fetal en el Departamento, Alyssa Stephenson-Famy.
De acuerdo con Varney, lo que está ocurriendo es ilegal, ya que las instituciones que forman a los futuros obstetras y ginecólogos están obligados como parte del proceso de acreditación a impartir formación sobre el aborto o a permitir que los médicos residentes salgan del estado para recibir la preparación clínica.
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