La jueza nominada por el presidente Joe Biden defendió su historial como funcionaria pública federal y afirmó que en todos los casos asignados cumplió con su deber de responsabilizar a los acusados a la luz de la evidencia.
Así contestó a congresistas del partido identificado con el color rojo, como Josh Hawley, quien la acusó de haber dictado sentencias inferiores a los estándares en varios casos de pornografía infantil.
El senador Ted Cruz, también del bando republicano, cuestionó a Jackson, primera mujer negra en ser considerada para el cargo, sobre si sus creencias acerca de la raza influirían en su trabajo, lo cual ella negó.
Otro de los temas abordados durante la audiencia de este martes fue el papel de Jackson en la defensa de presos acusados de terrorismo en la base naval de Guantánamo, territorio ocupado ilegalmente en el oriente de Cuba.
La candidata a integrar el máximo ente judicial del país explicó que los abogados de oficio, función que desempeñó durante varios años, no eligen quiénes son sus clientes y deben defender el valor constitucional de cada ciudadano de ser representado legalmente.
En la jornada de mañana continuarán las preguntas de los senadores encargados de examinar la idoneidad de la jueza para formar parte del Supremo.
A sus 51 años, la magistrada reemplazaría a Stephen G. Breyer, quien planea jubilarse, y su confirmación no cambiaría el equilibrio de fuerzas de la corte, dominada por una mayoría conservadora de 6-3.
Los demócratas tienen en la Cámara Alta del Congreso los 51 votos necesarios para aprobar el nombramiento y pretenden que antes del 8 de abril Jackson esté aprobada para ocupar el puesto.
De acuerdo con el diario The Hill, su nombramiento le daría una importante victoria a Biden y a los demócratas de cara a las elecciones de medio término, en las que el control del Congreso está juego.
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