La Unión Europea no se encuentra preparada para un embargo energético total a Rusia, dijo Russwurm este miércoles, según citó la televisión berlinesa.
La falta de suministro de energía puede conllevar paros en la producción con consecuencias incalculables para cadenas de suministro, ocupación y también la capacidad de actuación política de nuestro país, agregó el empresario.
Un boicot al suministro de gas ruso supondría una dura prueba para la Unión Europea, indicó Russwurm, y recordó que la red europea de gas todavía no está diseñada para flujos del combustible de oeste a este.
Así, no está claro si en el caso de una suspensión del suministro de gas ruso, el natural licuado que desembarca en Holanda o Bélgica llegará hasta República Checa o Eslovaquia, añadió.
Un embargo de ese tipo causaría interrupciones de la producción, pérdida de empleos y, en algunos casos, daños masivos en las instalaciones de producción, precisó.
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