Según el medio, el ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita dio la bienvenida a los “puntos positivos» incluidos en los comentarios de inicios de semana de Miqati, con la esperanza de contribuir a “restaurar el papel y la posición del Líbano en los escenarios árabe e internacional».
En su declaración, el primer ministro libanés abogó por poner fin a todas las actividades políticas, militares, de seguridad y mediáticas que dañan la soberanía y la seguridad de Arabia Saudita y los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo.
Miqati manifestó que el gobierno trabajará para prohibir el uso de los canales financieros y bancarios en territorio libanés para realizar transacciones financieras que puedan perjudicar a los países árabes.
En octubre del año pasado, Arabia Saudita y sus aliados suspendieron las relaciones diplomáticas con el Líbano tras los pronunciamientos del entonces ministro de Información, George Kordahi.
Un mes antes de asumir el cargo, el conocido presentador de televisión calificó de absurda la guerra en Yemen y que los rebeldes hutíes enfrentan una agresión de una alianza encabezada por Riad.
El reino del desierto respondió con la retirada de su embajador en Beirut, ordenó igual medida para el libanés en territorio saudita y suspendió las importaciones del llamado país de los cedros.
Similares decisiones adoptaron Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait para entrar en una crisis diplomática que agudizó la ya deteriorada situación socioeconómica libanesa.
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