La vicecanciller del istmo, Marta Elida Gordon, significó que esta cita que comenzó la víspera con un recorrido por la selva del Darién, fronteriza con Colombia, ruta por la que en 2021 transitaron más de 133 mil migrantes ilegales camino hacia Estados Unidos, indicó la urgencia de trabajar de conjunto.
Al respecto, precisó que para lograr el objetivo de darle un rostro humano a ese flagelo se necesita la atención integral a las personas, un enfoque multilateral a los servicios que se les brindan y el respaldo internacional, en el que Panamá avanza de manera positiva.
Por su parte, Cindy Mariella, viceministra de Diáspora y Movilidad Humana de la cancillería de El Salvador, que ocupa este año la presidencia pro tempore de la CRM, apostó por trabajar de la mano con gobiernos locales y las comunidades para que los ciudadanos puedan emigrar por opción y no por obligación, a riesgo de sus vidas.
Acerca de la visita de la CRM al Tapón del Darién, la directora regional para Norteamérica, Centroamérica y Caribe, Michele Kelin-Solomon, destacó que pudieron constatar in situ los esfuerzos que hace el Ejecutivo de la nación canalera para llevar salud, alojamiento, alimentación y protección, con la presencia de fuerzas de seguridad en esos apartados e inhóspitos parajes.
Asimismo, instó a que la gestión iniciada por la CRM no concluya en esta capital, sino que involucre a organismos internacionales como Naciones Unidas y otros de la sociedad civil.
A la cita en Panamá asistieron viceministros de Relaciones Exteriores y directores de Migración de las naciones miembros, así como representantes de organismos observadores.
Gordón dijo a la prensa que fue importante que los visitantes conocieran de cerca parte de la cruda realidad migratoria de quienes cruzan irregularmente la zona limítrofe panameño-colombiana a riesgo de perder la vida.
Fundada en 1996, la CRM la integran Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, República Dominicana, Panamá, Estados Unidos y Canadá.
La semana pasada la Corte Interamericana de Derechos Humanos manifestó preocupación en el país canalero luego de recorrer también el Darién, donde supervisó medidas provisionales impuestas en 2020, aunque señaló algunos avances en materia de salud, alimentación y protección.
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