Agregó el barómetro económico del Ifo, indicador más importante de la economía germana, que ese dato cayó de febrero a marzo en 7,7 puntos, hasta los 90,8, aunque los expertos esperaban un descenso, pero más débil.
El presidente de Ifo, Clemens Fuest, significó al respecto que el estado de ánimo de la economía alemana bajó en picada.
Precisó que las empresas esperan tiempos difíciles y en particular se aprecian reducidas las expectativas para los próximos seis meses.
La situación actual, en cambio, se deterioró con mayor moderación. El clima empresarial se nubló en todos los sectores, como en el ramo manufacturero, donde cayó más que nunca, ilustró el experto.
El barómetro del Ifo se confecciona a partir de consultas a nueve mil empresas germanas.
El indicador es considerado un estimador fiable del futuro crecimiento de la mayor economía de Europa.
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