Ese financiamiento está destinado a la implementación del proyecto Accesos Rural, facilitado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Gobierno de esa nación, que redundará en el mejoramiento de la seguridad alimentaria de los bolivianos, precisó ese organismo de Naciones Unidas.
Se estima que beneficiará a más de 19 mil familias de los departamentos de Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Potosí y Tarija durante los próximos cinco años, en una iniciativa que actuará en 430 comunidades de 35 municipios de esas demarcaciones y se enfocará en mejorar la producción de papa, tomate, cebolla, haba, maíz, manzana y durazno.
Esos productos han sido identificados como prioritarios por su papel clave en la seguridad alimentaria del país, pues se encuentran entre los más demandados en el mercado interno y, por lo tanto, son propensos a ser afectados por la inflación.
La directora de País del FIDA para Bolivia, Anni Mandelin, aseguró que el objetivo es invertir en las capacidades productivas, la adaptación al cambio climático y el acceso a los mercados de los pequeños agricultores.
Ellos aportan cerca del 80 por ciento de la canasta alimentaria básica boliviana y es necesario abordar problemas como su baja productividad y su vulnerabilidad al cambio climático mediante proyectos como Accesos Rural, dijo.
Se trata de fortalecer la infraestructura organizativa y productiva, proporcionar fondos y asistencia técnica especializada mediante la adaptación de sus sistemas de producción a los efectos del cambio climático y de fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones, heladas y granizadas.
Además, fortalecerá la capacidad del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras para brindar servicios de sistemas de alerta temprana, mecanismos de seguimiento de precios y seguros agrícolas a costo asumible.
El proyecto también promoverá mejoras en la nutrición de las familias beneficiadas y prestará especial atención a la inclusión de grupos vulnerables como mujeres, jóvenes e indígenas.
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