Esas pérdidas afectarán a la firma con un fuerte impacto, y realizarán dicha medida pese a anuncios anteriores de solo suspender nuevas inversiones y exportaciones hacia la nación eslava.
Buena parte de las empresas y países occidentales con sanciones contra Moscú debido a la guerra en Ucrania, sienten golpes a manera de bumerán en sus economías.
Heineken se une a una serie de marcas occidentales que cierran sus negocios en Rusia, mientras la medida puede aumentar la presión sobre su rival danesa Carlsberg, propietaria de la mayor cervecera rusa, Baltika.
Heineken es el tercer fabricante de cerveza en Rusia, donde posee las marcas locales Bochkarev, Okhota y Tri Medvedya.
La empresa dijo que espera un traspaso ordenado y continuará el negocio con operaciones reducidas durante un período de transición para minimizar el riesgo.
Voceros dijeron que la firma garantizará los salarios de sus mil 800 empleados rusos hasta fines de año, y espera cargos por valor de unos 400 millones de euros.
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