La disposición anulada parcialmente imponía restricciones al envío de boletas por correo y otros métodos para registrar voto que afectaban principalmente a los electores negros y fue diseñada fundamentalmente con objetivos partidistas, indicó el magistrado estadounidense Mark Walker.
La medida busca mejorar las perspectivas electorales del Partido Republicano y no responde al estado de ánimo político general, escribió el juez en su fallo de casi 300 cuartillas.
La decisión, que probablemente será apelada, es considerada la primera invalidación de la serie de normativas electorales restrictivas aprobadas desde el año pasado en estados controlados por republicanos influenciados.
Florida, liderada por el gobernador republicano Ron DeSantis, quien dio prioridad a ese proyecto, forma parte de los territorios que intentan a partir de medidas muy técnicas limitar el acceso a las urnas de las minorías.
Aunque desde 1965 está en vigor la Ley de Derechos Electorales, que prohíbe la discriminación en ese plano, dos propuestas legislativas destinadas a frenar el avance conservador están estancadas en el Senado.
La ofensiva tomó auge a raíz de los comicios presidenciales de 2020, cuando el expresidente Donald Trump, inconforme con los resultados, propagó la teoría de un supuesto fraude.
Líderes y activistas de derechos civiles han manifestado su frustración con la situación del voto y recriminan al presidente Joe Biden por no poner el “extra” de su capital político mientras “duermen” en la Cámara Alta dos textos de alcance federal para favorecer los derechos civiles.
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