La medida busca fomentar la participación activa de los jóvenes en la sociedad, expresó en conferencia de prensa el secretario jefe del Gabinete, Hirokasu Matsuno.
El nuevo estatuto otorga derechos y deberes a las personas entre 18 y 19 años, quienes durante casi siglo y medio fueron considerados menores, según lo estipulado por el gobierno imperial de 1876.
A partir de ahora los ciudadanos del mencionado grupo etario quedan fuera de la custodia de los padres y pueden firmar contratos para obtener tarjetas de crédito, teléfonos móviles, vivienda, así como solicitar pasaportes y calificarse dentro de un grupo determinado de profesiones.
Las recién consideradas personas adultas por la ley nipona también responderán ante la fiscalía por delitos punibles como robo, violación o incendios premeditados, que antes se procesaban en juzgados de familia. Hasta la fecha solo estaban sujetos a juicio los casos de homicidio.
Por otro lado, las mujeres deberán tener mínimo 18 años para contraer matrimonio, en lugar de los 16 que establecía el anterior mandamiento.
La revisión del código civil japonés respecto a la mayoría de edad fue una disposición complementaria de la ley de referéndum nacional aprobada en 2007. El plebiscito de aquel entonces legitimó futuras reformas constitucionales e involucró por primera vez a votantes con 18 años.
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