El anuncio tuvo lugar en conferencia de prensa tras concluir el seguimiento de cuatro pacientes entre 30 y 79 años que fueron operados con la novedosa técnica en 2019, como parte de un ensayo autorizado por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón.
Los sujetos de prueba sufrían de agotamiento de las células madre epiteliales de la córnea con riesgo de ceguera. Gracias a los trasplantes tres de ellos recuperaron ampliamente la visión, mientras el cuarto individuo alcanzó la transparencia corneal, pero mantuvo limitada la agudeza visual por otras variables ajenas al estudio.
Los investigadores japoneses trasplantaron iPS en forma de lámina con 0,03-0,05 milímetros de espesor, cultivadas mediante células cutáneas adultas de los propios pacientes.
Hasta la fecha, ninguno de los cuatro operados hizo rechazo al tejido artificial ni desarrolló efectos secundarios graves.
En tal sentido, el oftalmólogo Koji Nishida, líder del proyecto, expresó el deseo de implementar su método con rapidez y a mayor escala para beneficio de más personas alrededor del mundo.
Nishida afirmó que los pacientes asimilan mejor el trasplante a partir de células iPS que la córnea de donantes (fallecidos por lo general).
El próximo paso será comenzar un ensayo clínico en 2023 para que el gobierno japonés apruebe el tratamiento.
Cabe destacar que las iPS utilizadas por los científicos las proporcionó el Instituto de Investigación de Células iPS de la Universidad de Kioto, dirigido por Shinya Yamanaka, ganador del Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2012.
Yamanaka descubrió que las células adultas pueden reprogramarse para convertirlas en pluripotentes.
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