“Queda mucho conocer en este sentido, pero estos hallazgos indican que la exposición a los desinfectantes durante el embarazo ejerce un efecto sobre las alergias en la descendencia”, subraya la revista Occupational & Environmental Medicine.
Las probabilidades de que los niños tuvieran asma o eczema eran significativamente mayores si sus madres utilizaban desinfectantes de una a seis veces por semana, en comparación con las probabilidades de los recién nacidos que sus progenitoras no usaban esas sustancias.
Hubo una relación dependiente de la presencia de químicos y las posibilidades de que los niños padecieran estas afecciones alérgicas, recalcaron los expertos.
Los hijos de las madres expuestas a los desinfectantes todos los días tenían las probabilidades más altas de sufrir un diagnóstico de un 26 por ciento más para el asma y un 29 más para el eczema que los de las progenitoras alejadas de estos químicos.
Entre los mecanismos que podrían explicar este problema de salud están el microbioma, los desinfectantes afectan a la microflora intestinal y cutánea de la madre y, posteriormente, al niño.
También puntualizan los especialistas que la exposición postnatal afecta, pues los niños inhalaron o tocaron moléculas de desinfectante en la piel de sus madres.
«Dado el aumento actual del uso de esos productos para prevenir nuevas infecciones por coronavirus, es de gran importancia para la salud pública considerar si la exposición prenatal es un riesgo para el desarrollo de enfermedades alérgicas», recomendaron los expertos.
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