Los conservadores, aunque son mayoría, no cuentan con los votos necesarios para anular los vetos y, por tanto, esas normas que afectan principalmente a las minorías caen en punto muerto, a diferencia de lo ocurrido en otros lugares del país.
El derecho al voto es fundamental para nuestra democracia, no debe estar sujeto al capricho de los políticos a los que no les gusta el resultado de una elección, expresó Evers ante los legisladores del territorio, ubicado en el norte del país.
Los miembros del partido identificado con el color rojo argumentaron que los cambios tenían la intención de abordar las deficiencias identificadas en una auditoría, pero el jefe del ejecutivo local consideró que las propuestas iban mucho más allá de las recomendaciones.
Aunque desde 1965 está en vigor la Ley de Derechos Electorales, que prohíbe la discriminación en ese plano, una veintena de estados controlados por republicanos buscan limitar los derechos políticos de grupos minoritarios, especialmente a los afroestadounidenses, que votan generalmente por los demócratas.
La ofensiva conservadora tomó auge a raíz de los comicios presidenciales de 2020, cuando el expresidente Donald Trump (2017-2021), inconforme con los resultados, esgrimió la teoría de un supuesto fraude y en el Congreso nacional fracasaron por ahora los intentos por revertir las normativas locales.
Para la fuerza política gobernante es importante frenar esas iniciativas de cara a las elecciones de mitad de mandato que se realizarán en noviembre próximo, cuando estarán en disputa las mayorías de ambas cámaras del legislativo.
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