«Es el compañero Lula quien reúne las mejores condiciones para articular fuerzas políticas amplias, capaces de dar a la resistencia democrática la amplitud que le permita enfrentar y derrotar al bolsonarismo (partidarios de Jair Bolsonaro)», señala un fragmento de la carta entregada por el PSB al Partido de los Trabajadores (PT).
Durante el acto en un hotel de Sao Paulo, Alckmin afirmó que no es tiempo de terrorismo, sino de generosidad, de grandeza política, de desprendimiento y unión.
«La política no es un área solitaria, la fuerza de la política es centrípeta, uniremos esfuerzos para reconstruir nuestro país», apuntó.
Después Lula confirmó que el PSB participará en el proceso de formulación del plan de su futuro gobierno.
«Es importante saber que esta lista, si se formaliza, no es solo para disputar las elecciones. Tal vez ganar las elecciones sea más fácil que la tarea que tenemos por delante para recuperar este país», señaló el precandidato del PT, organización política que comenzará a discutir la alianza formal el 14 de abril.
Sin embargo, la formalización de la dupla a efectos estatutarios y de registro en el Tribunal Superior Electoral solo ocurrirá el 4 y 5 de junio, cuando está previsto el encuentro nacional de la sigla.
En esa fecha, el PT también ratificará las alianzas del partido en los estados.
Alckmin anunció el pasado 15 de diciembre su salida del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), en el cual construyó su carrera política durante 33 años.
Desde entonces, su acercamiento a Lula fue tratado abiertamente por las partes. Ambos se reunieron en varias ocasiones e incluso hicieron una aparición pública conjunta.
El exgobernador de Sa Paulo se incorporó al PSB el 23 de marzo. En su primer discurso tras su afiliación defendió el apoyo del partido a la candidatura de Lula y certificó que el exdirigente obrero es actualmente «el que mejor refleja el sentimiento de esperanza del pueblo brasileño».
Al respecto, la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, escribió en la red social Twitter que, con Alckmin en la vicepresidencia, su partido y el PSB «dan un paso importante en la construcción de un gran movimiento nacional por Brasil, por el pueblo brasileño, por nuestra democracia y soberanía».
Rehabilitado en la política tras recuperar sus derechos, Lula buscará en las urnas un tercer mandato luego de cumplir 580 días de prisión política y tener anuladas sus condenas. Encabeza todos los sondeos con una consistente ventaja, pese a las intenciones de reelección del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
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