Un sondeo de la cadena de televisión NBC News publicado a fines de marzo registró el índice de aprobación del mandatario en un 40 por ciento, y otro del Marist College reveló que solo el 39 por ciento aprueba el trabajo del jefe de la Casa Blanca.
En aras de revertir la tendencia a la baja, el ocupante del Despacho Oval intenta resaltar contados logros, como por ejemplo el crecimiento del empleo, pues el mes pasado la tasa de desocupados cayó a un mínimo de 3,6 por ciento.
A tono con esa estrategia, esta semana Biden llevó a la mansión ejecutiva al expresidente Barack Obama (2009-2017) -quien aún goza de gran aceptación- para participar en un evento dedicado a la ampliación del acceso a seguros médicos bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible, más conocida como Obamacare.
Sin embargo, ese tipo de acciones se ven opacadas por problemáticas de mayor peso para los estadounidenses como el alza de los precios de los alimentos y la gasolina, mientras la inflación está en su nivel más alto en los últimos 40 años.
El anuncio de Biden de liberar un millón de barriles de petróleo diarios de la reserva de Estados Unidos durante los próximos seis meses fue un reconocimiento del daño que su postura sobre la guerra en Ucrania trae para la economía y sus ambiciones políticas.
A esos males en el panorama doméstico se suman otros como el fin de la prórroga para el pago de los préstamos estudiantiles el cercano 1 de mayo, que de no aplazarse una vez más o suspenderse llevaría a unos 7,8 millones de personas al impago.
También está el dilema migratorio, una crisis latente que sirve de comidilla a los republicanos, quienes pueden aprovecharlo aún más cuando el mes siguiente se ponga fin a la aplicación del controvertido Título 42, promovido por el exgobernante Donald Trump (2007-2021) para justificar la expulsión de los indocumentados sin la opción de solicitar asilo.
Mientras persisten los malos resultados de las encuestas para Biden, un estratega citado por el diario The Hill opinó que van a “masacrar” a los demócratas en las urnas en noviembre, cuando se decidirá el nuevo balance de fuerzas en el Capitolio.
(Tomado de Orbe)