“Con estas relaciones la Casa Blanca quiere darle una nueva cara a la región porque han perdido mucho desde el punto de vista geopolítico, por tanto, ese acercamiento es estratégico (para Washington)”, aseguró Hernández en entrevista con Prensa Latina.
El también excandidato suplente a diputado por el Partido Libertad y Refundación (Libre), se refirió a la presencia en suelo hondureño de la nueva embajadora estadounidense, Laura Dogu.
“Lo que responde el nombramiento de Dogu, es a las relaciones cercanas con Estados Unidos. Pero ellos lo que buscan es estar más próximo a esta zona y hacerse sentir”, comentó.
En ese sentido, recordó la presencia de Dogu como representante de Washington en la vecina Nicaragua y su posible vínculo en el intento de golpe de Estado contra el gobierno sandinista en 2018.
El también militante de la organización Los Necios señaló que, con respecto a Estados Unidos, Honduras debe de tener una posición autónoma y soberana.
Aunque la Casa Blanca niega su vínculo en el golpe de Estado en 2009 contra el entonces presidente Manuel Zelaya, estudios revelan el conocimiento del gobierno de la nación norteña sobre ese acontecimiento, el cual tuvo como objetivo la instauración del proyecto neoliberal en Honduras.
Un artículo publicado en el anuario de Estudios Centroamericanos de la Universidad de Costa Rica del año 2019, asevera que el golpe contra Zelaya refleja un claro ejemplo de la política injerencista e imperialista de los Estados Unidos en América Latina.
«Si bien el golpe se llevó a cabo por fuerzas internas, las condiciones de posibilidad estaban dadas por la aprobación y apoyo de potencias regionales como los Estados Unidos”, destaca la investigación.
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