La policía dispersó la manifestación con gases lacrimógenos y cañones de agua, y según la emisora local Kompas TV se habían arrojado piedras al complejo, aunque no hubo informes inmediatos de heridos.
Esta manifestación fue una de varias en Indonesia este lunes, incluso en Sulawesi del Sur y Java Occidental, donde cientos de estudiantes con chaquetas de neón se quejaron del aumento de los costos de los bienes y la posibilidad de que el mandatario supere su límite de dos mandatos.
Jokowi, como se conoce al jefe de Estado, trató el domingo de disipar las especulaciones de que sus aliados están tramando un plan para mantenerlo en el poder por más tiempo.
La idea de extender su mandato, ya sea cambiando la Constitución o retrasando las elecciones de 2024, cobró impulso últimamente después de que algunas figuras políticas influyentes la respaldaran públicamente.
El domingo, por segunda vez en menos de una semana, Jokowi, de 60 años, instó a dejar de discutir el tema para evitar la especulación pública y reiteró que se celebrarían comicios en febrero de 2024, como estaba previsto.
Aunque exhibe un alto índice de aprobación, más del 70 por ciento de los indonesios rechazan el plan de mantenerlo en el cargo, según encuestas recientes.
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