La medida es parte de un agresivo impulso en los estados liderados por los republicanos en todo el país para impedir que las mujeres accedan a ese derecho.
De acuerdo con medios locales, el proyecto de ley, que entrará en vigor 90 días después de que se levante la sesión de la Asamblea Legislativa el próximo mes, hace una excepción solo para los abortos realizados para salvar la vida de la madre.
Los defensores del derecho al aborto afirman que la ley avalada por el gobernador republicano se enfrentará a un desafío legal.
Prometí a los habitantes de Oklahoma que firmaría cada propuesta antiaborto que llegue a mi escritorio, y eso es lo que estamos haciendo, dijo Stitt.
Según el proyecto, cualquier persona condenada por interrumpir un embarazo se enfrentaría a una multa de 100 mil dólares, mientras no autoriza cargos penales contra una mujer por realizarse ese procedimiento.
El senador Nathan Dahm redactó el proyecto de ley y lo calificó como la «norma antiaborto más fuerte del país en este momento, que elimina efectivamente esa intervención en Oklahoma”.
Aunque proyectos de leyes similares aprobados por la Legislatura de Oklahoma en los últimos años han sido frenados por tribunales federales por ser inconstitucionales, los legisladores antiabortistas se han animado por la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de permitir que sigan vigentes las nuevas restricciones al aborto en Texas.
La ley tejana, la más restrictiva que ha entrado en vigor en el país en décadas, deja su aplicación en manos de ciudadanos particulares, quienes tienen derecho a cobrar una «recompensa» de 10 mil dólares si presentan una demanda con éxito contra un proveedor o cualquier persona que ayude a una paciente a obtener un aborto.
Varios estados, entre ellos Oklahoma, están llevando a cabo este año una legislación similar a la tejana, que prohíbe dicho procedimiento después de aproximadamente seis semanas de embarazo y no hace excepciones en casos de violación o incesto.
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