En un discurso en la planta construida en ese territorio ubicado a mil 130 kilómetros de aquí, el mandatario resaltó la importancia para la industria petrolera, de la moderna instalación cuya construcción empezó en 2014 y estuvo detenida durante el largo confinamiento por la pandemia de Covid-19.
Señaló que el logro, conseguido a lo largo de varios gobiernos, plantea la necesidad de la unidad política para obtener más resultados similares.
Señaló que se viven momentos difíciles, de crisis energética mundial y aumentan los precios de los combustibles, afectando la economía de todos los países, lo que hace indispensable recuperar la soberanía sobre los recursos naturales, para lo cual la obra es un paso concreto.
Castillo recordó que en octubre de 1969 el ejército ocupó en Talara las instalaciones de la empresa norteamericana International Petroleum Company, al nacional el recurso el gobierno militar nacionalista del general Juan Velasco Alvarado, y consagró la fecha como Día de la Dignidad Nacional.
Añadió que su Gobierno se propone recuperar los recursos energéticos para impulsar la industria en beneficio de la población y a través de la empresa estatal Petroperú, que construyó la refinería con su propios recursos.
Por su parte el ministro de Energía y Minas, Carlos Palacios, dijo que la nueva refinería cada día procesará 95 mil barriles diarios de crudo y producirá 100 mil barriles de gasolina de alta calidad, 23 mil de gasolina combinada y 42 mil de diesel.
También a diario, producirá nueve mil barriles de gasolina turbo para aviones y embarcaciones navales, 600 toneladas de ácido sulfúrico para la industria, 100 toneladas de coke para la metalurgia, además de nitrógeno e hidrógeno.
El presidente ejecutivo de Petroperú, Humberto Campodónico, muchos años defensor de la empresa estatal ante intentos privatizadores, destacó la importancia de la soberanía energética en un contexto de crisis en Europa que afecta a la economía de todos los países.
Indicó que la nueva planta estará en pleno funcionamiento en el tercer trimestre del año y dará impulso al incremento de la exploración y la explotación de petróleo con la participación de Petroperú y la recuperación de su actividad en esas fases de la industria que les fue vetada por la política neoliberal del gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000).
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