El ente internacional redujo su estimación para la India, la mayor economía de la región, del 8,7 por ciento al 8,0 por ciento para el año fiscal en curso hasta marzo de 2023, reflejó el periódico The Express Tribune.
Asimismo, recortó en un punto porcentual las perspectivas de crecimiento para el sur de Asia, excluyendo Afganistán, hasta el 6,6 por ciento.
En la India, el consumo de los hogares se verá limitado por la incompleta recuperación del mercado laboral tras la pandemia y las presiones inflacionistas, según el banco.
Los altos precios del petróleo y los alimentos, causados por la crisis en Ucrania, tendrán un fuerte impacto negativo en los ingresos reales de la población, dijo Hartwig Schafer, vicepresidente del Banco Mundial para el sur de Asia, en un comunicado.
El organismo elevó su previsión de crecimiento en Pakistán, la segunda economía de la región, para el año en curso, que finaliza en junio, de 3,4 a 4,3 por ciento y mantuvo sin cambios las perspectivas del próximo año de 4,0 por ciento.
La dependencia de la región de la importación de energía hizo que los elevados precios del crudo obligaran a sus economías a reorientar sus políticas monetarias para centrarse en la inflación en lugar de reactivar el crecimiento económico tras casi dos años de restricciones por la pandemia de Covid-19, apuntó.
También, el Banco Mundial recortó la previsión de crecimiento de Maldivas para este año al 7,6 por ciento desde el 11 por ciento, citando sus grandes importaciones de combustibles fósiles y la caída de las llegadas de turistas procedentes de Rusia y Ucrania.
Sin embargo, aumentó la previsión de crecimiento de Sri Lanka, afectada por la crisis, del 2,1 al 2,4 por ciento, pero advirtió que las perspectivas de la isla eran muy inciertas debido a los desequilibrios fiscales y externos.
El banco central de Sri Lanka dijo el martes que se hizo imposible pagar la deuda externa, pues el país intenta utilizar sus menguantes reservas de divisas para importar productos esenciales y combustible.
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