Alejandro Giraldo fue suspendido después de que en marzo de 2019 circulara en las redes sociales un vídeo de un teléfono móvil en el que se le veía deteniendo violentamente a Dyma Loving y lanzándola al suelo.
Las cámaras corporales del agente también grabaron el suceso, que ocurrió después de la mujer pidiera ayuda porque un vecino le estaba apuntando con una escopeta.
De acuerdo con medios locales, Loving fue acusada de conducta desordenada y de resistencia a la autoridad sin violencia. Esos cargos fueron retirados posteriormente.
El informe de la detención decía erróneamente que Loving estaba «montando una escena» y que estaba siendo «poco cooperativa», según los fiscales.
Los agentes pueden poner sus manos sobre las personas para efectuar un arresto legal. Si la detención es ilegal, no tiene derecho de tocarla, mucho menos tirarla al suelo, dijo el fiscal Tim VanderGiesen.
Giraldo, quien podría enfrentar hasta cinco en prisión, insistió en que actuó legalmente al someter a una “mujer revoltosa” que estaba interfiriendo en una investigación.
No obstante, el arresto a Loving tuvo lugar después de muchas advertencias de que ella estaba siendo perturbada por su vecino.
El vídeo desató la indignación en un condado en el que al menos nueve agentes de cuatro organismos están a la espera de ser juzgados por uso excesivo de la fuerza contra afrodescendientes.
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