Una encuesta de la Universidad de Quinnipiac publicada esta semana reveló que sólo el 26 por ciento de los electores latinos aprueban el trabajo de Biden, la marca más baja de cualquier grupo demográfico.
Un descenso drástico del apoyo presidencial en este segmento podría presagiar unas elecciones de mitad de mandato desastrosas para el gobernante y el Partido Demócrata, especialmente en los estados como Texas y Florida, coinciden analistas.
Aunque las cifras de aprobación de Biden podrían no correlacionarse directamente con el apoyo a los candidatos demócratas o republicanos en noviembre, los seguidores de la bancada azul (D) con poca confianza en el presidente podrían ser menos propensos a acudir a las urnas.
Si los latinos desaprueban la actuación del presidente, podrían pasar dos cosas: que decidan apoyar a un candidato no demócrata, ya sea un republicano o un independiente; o que los no se sientan motivados para acudir a votar, dijo el director de investigación sobre raza y etnicidad del Centro de Investigación Pew, Mark Hugo López.
Un sondeo de Quinnipiac publicado el miércoles mostró que el índice de aprobación de Biden es una cifra tan baja como el 33 por ciento. Sin embargo, su aprobación entre los votantes hispanos en la encuesta fue aún más decepcionante, de un 26 por ciento.
Entre los demócratas existe la percepción de que a los latinos solo les interesa la inmigración», opinó John Anzalone, un encuestador de Biden, en un podcast de Politico esta semana.
Pero otra pesquisa divulgada el pasado 30 de marzo encontró que un 31 por ciento de los hispanos encuestados señaló la inflación como el problema más urgente que enfrenta el país, más que cualquier otro asunto.
Aunque la baja popularidad general de Biden significa que no será una herramienta de campaña infalible para impulsar a los demócratas en declive, tampoco han perdido la esperanza de ganar las elecciones de medio término, en otoño, apunta el estudio.
Según un informe de marzo del Centro de Investigación Pew, el 50 por ciento de los votantes hispanos dicen que se inclinan o están seguros de votar por el candidato demócrata en sus distritos, mientras que el 28 por ciento expresó lo mismo de los aspirantes republicanos.
Pero las comunidades hispanas han sido históricamente difíciles de llevar a las urnas, y una combinación de bajo entusiasmo de los votantes y las nuevas leyes de votación locales restrictivas podrían revertir las recientes mejoras en ese frente, aclaró López.
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