La organización Gun Violence Archive divulgó este lunes un ascenso de los delitos luego de que varios disparos sacudieran en los últimos tres días localidades de Pensilvania y Carolina del Sur.
En el primero de esos estados, exactamente el domingo en la ciudad de Pittsburgh, dos adolescentes murieron y al menos ocho personas resultaron heridas por disparos durante una fiesta en la cual las autoridades encontraron posteriormente casquillos de bala de varias pistolas y un rifle.
El día anterior en la ciudad de Hampton, Carolina del Norte, hubo un tiroteo en un club nocturno que dejó al menos nueve heridos y en Columbia un hombre armado abrió fuego en un concurrido centro comercial y dejó también nueve lesionados.
Los numerosos hechos de ese tipo ocurridos en todo el país reavivaron recientemente el debate sobre las medidas de control de armas en una nación donde las muertes por esos artefactos superan a las provocadas por accidentes automovilísticos, según la revista Trauma Surgery and Acute Care Open.
Mientras tanto, el presidente Joe Biden, quien calificó el uso de dispositivos letales como una epidemia que desangra al país, anunció la semana pasada nuevas regulaciones contra las armas de fabricación casera, que son difíciles de rastrear.
Estados Unidos tiene el récord mundial de ser la única nación donde existen más artefactos de fuego en poder de la población que personas.
Grupos defensores del porte de tales medios, como la poderosa Asociación Nacional del Rifle, se oponen a cualquier medida que emane del legislativo para limitarlos y controlarlos.
car/avr