Durante una visita a Letonia, Baerbock puntualizó que Berlín también cesará de adquirir el gas ruso, pero no en solitario sino en el contexto de una hoja de ruta de la Unión Europea, destacaron este miércoles medios de prensa germanos.
Al comienzo de la guerra en Ucrania, el 55 por ciento del gas que se consumía en Alemania provenía de Rusia, pero según el Gobierno alemán ese porcentaje se rebajó hasta el 40.
Desde el mes de febrero Berlín busca fórmulas para reducir la dependencia de Rusia con respecto al gas, que creció en las últimas dos décadas.
Esa dependencia llevó a que Alemania haya sido uno de los países más reacios a incluir el sector energético en las sanciones contra Rusia. Así mismo, para asegurar los suministros de gas, se dejaron bancos rusos importantes dentro del sistema Swift para poder hacer los pagos a través de ellos.
Baerbock añadió que no solo se trata de buscar otros proveedores de carbón, gas y petróleo sino, ante todo, de forzar el abandono de la energía fósil e impulsar el uso de las renovables.
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