La publicación The Hill reveló este miércoles que Jerry Daniel Braun fue detenido el 12 de abril y acusado de obstrucción durante los desórdenes civiles, entrada y permanencia en un edificio y entrada violenta o conducta desordenada, poco después de alardear de su rol en el asalto frente a un conductor de la compañía de taxis privada Uber.
Según los documentos judiciales desvelados esta semana, el taxista condujo a Braun horas después del incidente violento del 6 de enero y lo denunció al Departamento de Justicia (DOJ).
Braun, que tenía una herida cerca del ojo derecho y sangraba, dijo al conductor de Uber que había derribado barricadas en el Capitolio, y esto fue confirmado por la grabación de una cámara de seguridad instalada en el salpicadero del vehículo del chofer.
«Entonces, ¿ha sido violento todo el día?», le preguntó al parecer el conductor de Uber, a lo que respondió el sospechoso: “Bueno, empezó justo cuando llegué al Capitolio y derribé las barricadas”.
Las autoridades determinaron que el hombre era Braun después de encontrar la reservación a su nombre en el hotel donde le dejó el Uber, en Washington D.C., y luego de cotejar su cara en el vídeo dentro del auto con una foto del Departamento de Vehículos de Motor de California.
El hombre supuestamente forcejeó físicamente con los agentes de la ley, según los documentos judiciales que citan los vídeos de las cámaras corporales de los agentes del Departamento de Policía Metropolitana.
Braun también habría golpeado con una tabla de madera a un individuo que llevaba un casco de prensa.
Durante un registro de su vivienda, los agentes incautaron un teléfono celular, en el que descubrieron mensajes de texto relacionados con el ataque del 6 de enero.
Uno de ellos, enviado la noche del 6 de enero del 2021, leía, “intentamos detener el robo pero no nos dejaron entrar. ¿Dónde estabas tú, escribiendo tu próximo discurso? Estamos hartos de tanta palabrería».
Hasta el 6 de abril pasado se había detenido a casi 800 personas por su posible participación en el incidente mortal que dejó cinco personas muertas, incluido un agente del complejo. Alrededor de 248 personas se han declarado culpables de varios cargos.
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